Historia de San Valentín

¡¡Hola Simmers!!

Esta semana es la semana del amor, además de ser San Valentín esta semana sale el tan ansiado pack de bodas ¡Sí quiero! Es por eso que quería compartir con vosotros esta historia de amor que he echo con mucha ilusión. Espero que la disfrutéis y que os guste.

Todo comenzó una noche de carnaval. Esa noche Manuel quedo con sus amigos para ir a una fiesta. Él no era de salir mucho, pero le gustaba mucho disfrazarse.

Fueron a una discoteca a la que casi nunca solían ir, pero de la que habían oído hablar muy bien.

Al cabo de un rato de estar bailando y hablando con sus amigos se fijó en una chica que, según él, le deslumbro con su sonrisa. No podía dejar de mirarla, tenía algo especial que hacía que no pudiera apartar la vista de ella. Pero su vergüenza le impidió ir a conocer a la chica.

Uno de sus amigos le dijo como se llamaba ya que la conocía porque tenían un amigo en común.

Pasaban las semanas y era como si aquella chica hubiera desaparecido del planeta. Salía los fines de semana para ver si por casualidad se cruzaba con ella, pero nada… Manuel no podía sacarse de la cabeza a aquella chica.

Al cabo de 4 meses él ya había perdido la esperanza de volver a verla, pero entonces por casualidad o destino la volvió a ver. Fue un día en el que celebraban el regreso de uno de sus mejores amigos. Le dijo a su amigo que, ya que el la conocía que se la presentara, pues le daba demasiada vergüenza ir el solo y presentarse así sin más, pero como su amigo la conocía tenía la excusa perfecta para conocerla.

Cuando le presentaron a Manuel, Helena pensó que él era el típico chico del que, si te enamoras sabes que vas a acabar sufriendo, pues tenía pinta de ser un rompecorazones. Pero aun así decidió hablar con él ya que físicamente le llamaba mucho la atención. Intercambiaron los números y quedaron en ir hablando.

Esa semana estuvieron hablando a todas horas, se acostaban a las tantas intercambiando mensajes. Estaba claro que los dos se gustaban.

La semana paso y cuando llego el sábado los dos salieron con sus respectivos amigos, pero al final coincidieron en la misma discoteca. Él quiso aprovechar la ocasión para acompañarla a su casa y así poder estar más tiempo con ella. Cuando llegaron a casa de Helena, Manuel no se pudo aguantar y la beso, se notaba que los dos estaban deseando que ese beso llegara a pesar de conocerse muy poco tiempo. Los dos sintieron algo que jamás habían sentido con ese beso.

Al día siguiente Helena se sentía como en una montaña rusa, pues se sentía muy feliz por todo lo que le estaba pasando con Manuel, pero también sentía mucho miedo por si Manuel se arrepentía de ese beso y no quería saber nada mas de ella.

Pero conforme iba pasando el tiempo ese miedo iba desapareciendo y se iba dando cuenta de que las apariencias engañan, ya que cuando conoció a Manuel le pareció un chico frio y que muy posiblemente le partiría el corazón, pero cuanto más le conocía más se daba cuenta de que él era un chico magnifico, que simplemente se ponía un escudo para que nadie le hiciera daño. Pero Helena conseguía que frente a ella se quitara ese escudo.

Cada vez pasaban más tiempo juntos y decidieron empezar una relación. Sabían que no sería fácil, pues en las relaciones no todo es color de rosa, pero también sabían que lo que sentían el uno por el otro sería mucho más fuerte que los problemas que surgieran.

Y así fue, pasaron por muchos momentos malos, pero eso les hizo mucho más fuertes ya que siempre resolvían los problemas juntos.

Manuel al fin encontró a la chica a la cual estaba esperando toda su vida, sabía que Helena seria la mujer de su vida. Lo supo desde que la vio aquel día, desde que vio esa sonrisa que le dejo hipnotizado.

Helena por fin creyó en los cuentos con finales felices. Pues después de besar a algún que otro sapo por fin había encontrado a su príncipe. Aunque para ella era mucho más que eso, Manuel era su compañero de vida y la persona que le hizo volver a creer en el amor.