Deléitate en el bullicio y el ajetreo de Tomarang, descubre productos únicos en el mercado nocturno y vuelve a casa a un complejo de alquiler residencial, un nuevo tipo de solar que aumenta al máximo la convivencia vecinal. Te encontrarás al resto de residentes en el buzón, os relacionaréis en comidas vecinales y tal vez descubras sus secretillos fisgoneando un poco. Si el complejo es de tu propiedad, asegúrate de mantener elevada la valoración de las unidades residenciales. ¡No te interesa enfrentarte a una rebelión inquilina!